El enfoque planteado analiza la condición femenina desde la construcción identitaria de la mujer, identificando procesos de reproducción autopoiética que mantiene y fortalece las brechas de género. Por consiguiente se plantea la deconstrucción del patriarcado desde la reflexión de las femineidades y masculinidades vigentes en la sociedad.
Desde esta perspectiva se considerando al patriarcado como un sistema vertical y autoritario ejercido por varones y también por mujeres, y que afecta a las mujeres, con mayor intensidad, y a los varones. Por tanto el enfoque enfatiza las relaciones de poder que emergen del actual sistema patriarcal. En consecuencia el trabajo en y con la mujer será abordado desde la visibilización de su rol en la deconstrucción de ella y de su entorno inmediato, buscando fortalecer lazos de convivencia en base a la búsqueda de una vida digna de las mujeres y su familia.
El enfoque generacional parte de la necesidad de la construcción de puentes de encuentro entre el mundo adulto y el mundo juvenil. Tomando en cuenta que la juventud es un proceso, no solo una etapa de la vida.
Este proceso se encuentra relacionado con el periodo educativo de la vida de las personas y su ingreso al mundo del trabajo, poniendo, por tanto, el acento en los procesos de construcción de la identidad, en consecuencia la juventud no será vista como juventud problema, por el contrario la juventud será vista como un sujeto social capaz de plantear y ejercer acciones juveniles que puedan desde su reflexión y visión proponer, denunciar, cuestionar, reflexionar y socializar sus voces y miradas respecto a lo político, social, cultural y medioambiental.
La política es una acción humana necesaria para el andamiaje de lo social, social, que contiene el quehacer público y privado que incide en la construcción histórica de la sociedad. Por tanto las organizaciones sociales son espacios importantes capaces de generar propuestas, reflexiones, criticas desde la perspectiva del bien común.
El enfoque artístico cultural parte de identificar a la cultura como el resultado de todo aquel saber/hacer de la humanidad, por tanto subyacente a la identidad y al comportamiento colectivo. Y lo artístico como una expresión de ese entramado identitario de una sociedad que evidencia otro tipo de lecturas distintas a la académica.
Desde esta perspectiva las expresiones artísticas se convierten en herramientas de los procesos formativos, reflexivos y educativos, canalizando así las manifestaciones de lo social respecto a problemáticas económicas, políticas, sociales y medioambientales de manera creativa, crítica y proactiva.